lunes, 16 de julio de 2007

La combustión lenta...

Un día cualquiera, te decides a comprar una combustión lenta... El frío ya es muy insoportable y te patea el estomago todos los días, pensar que tu habitación no esta ni temperada...

Entonces vas a la tienda, sacas tu tarjeta de crédito (si, de esas que están de moda, porque ahora todo el mundo tiene tarjeta, hasta mi hermano chico) y compras una combustión... La pides a 674 mil cuotas (sin interés) y te la llevan a tu habitación...

Aquí ya te surge un problema... Resulta que tu combustión y el servicio técnico se vendían por separado, y nunca nadie te aviso (a lo mejor estaba en la letra chica)... Llamas para ver si existe algún técnico disponible a esa hora, porque lo único que quieres es poder calentarte un poquito, y vivir holgadamente... Llega el técnico, y después de ensuciarte la casa, tomarte tu cerveza, y romper un par de tejados, termina la instalación... Y te cobra un dineral tal, que decides dejarlo a 674 mil cuotas... Pero eso no importa, porque ahora estarás muy calentito...

Empiezas a hacer fuego... después de muchas minutos de sudor, esfuerzo y quemaduras... logras prender tu combustión... y la casa se tempera en un instante... te sientes feliz y decides llamar a tus amigos... para celebrar... llegan tus amigos con mucho alcohol... y se ponen a conversar de todo... Es en este minuto en donde te das cuenta que, junto con la compra (y la instalación) de tu combustión, compraste una gran responsabilidad... La de mantener tu casa temperada...

Ya no puedes servirte un vaso tranquilo sin estar pendiente de que tu fuego se mantenga vivo... revisas y revisas a cada rato... Si se te apaga es un problema... Y empiezan tus dudas existenciales... a veces te pones a pensar si realmente sirves para esto...

Ya no puedes ver entera una película... por estar pendiente del fuego... Tampoco puedes "invitar" a una mujer a tu habitación... porque a ninguna mujer le gusta estar en un lugar tan frío... y si quieres que este temperado deberás mantener tu fuego...

Pasas noches y noches sin dormir... pendiente del fuego... ya no rindes lo mismo en el trabajo... Al poco tiempo tus amigos dejan de ir a tu casa... ni una mujer te quiere acompañar a tu habitación... Sientes que la combustión influye en cada aspecto de tu vida... Te despiden del trabajo por llegar varias veces tarde... por mantener el fuego vivo... Y al final no puedes seguir pagando las 674 mil cuotas (cuando ibas en la12, repactando las deudas) y te embargan todo... excepto la combustión... porque esta pegada...

Al final no sabes si tu compraste la combustión o la combustión te compro a ti...

Peace, Love, Emphaty...

3 comentarios:

Víctor dijo...

Vayámonos a la polinesia, no hace frío y las mujeres no son friolentas, tienen paz interior y no exigen lo que no poseemos.

Si...

Toda la razón , a veces uno no sabe los tetes en que se mete

Ojala primero en postear

Anónimo dijo...

Aún recuerdo cuando instalaron la combustión en la casa de la misma manera como recuerdo los cumpleaños y las celebraciones...
todo un acontecimiento que dejo el saldo de un piso lleno de piedras, mi madrastra histerica por lo sucia que estaba la casa, y mi padre histerico por el precio de la combustión.
Y yto era la única feliz xq mi pieza estaría mas calentita...

Dificil mantener el fuego?...
quizas antes si... xq no sabía como prenderlo... pero alguien me dijo x ahi q cuando una esta enamorado... es más facil prender fuego y decir te amo

=)

Anónimo dijo...

Deberian arrestarme por redactar tan mal y cambiar las palabras...

Aquellas historias pasadas...